CONSEJOS PARA MARIDAJE DE VINOS
Comer en bodegas de Alicante

CONSEJOS PARA MARIDAJE DE VINOS

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 CONSEJOS PARA MARIDAJE DE VINOS

A la hora de hablar de maridaje de vinos, es interesante que puedas animarte a probar diversas combinaciones que antes no te hubieras atrevido. De esta manera descubrirás no solamente distintos sabores, sino que podrás tomar algunas decisiones propias sobre cómo combinar el vino con la comida, y también lo que es ideal para tu paladar.

Y es que, en muchas ocasiones, nos asaltan las dudas y, también, las discusiones, cuando tenemos que elegir un vino que se ajuste a la comida que vamos a disfrutar. A las recomendaciones clásicas, o a las que realizan los camareros más conocedores del tema, también se pueden añadir unas alternativas, porque en este aspecto todo va sobre gustos, y de éstos ya se sabe que no hay nada escrito. De lo que sí hay cosas escritas es sobre modas, pero hablando de maridaje, mejor no arriesgarse, porque una cosa es salir vestido como un hortera, y otra muy distinta estropear una buena comida sin poder saborear ni los platos ni la bebida.

La idea es buscar un equilibrio, ya que las similitudes pueden ayudar, pero también es cierto que los opuestos se atraen. A la hora de elegir un vino se debe tener en cuenta que no se saboteen los sabores de la comida. Es decir, si estos últimos son complejos, lo ideal es elegir un vino sencillo y ligero que acompañe, pero que no estorbe.

 

LOS SABORES SALADOS

El sabor salado es, sin duda, el sabor más sencillo de reconocer, porque perdura, y además tiene como características las de aumentar el amargo y eliminar la dulzura. Los vinos dulces o de postres son ideales con alimentos de sabores salados, ya que se complementan, y hará que tanto los alimentos como los propios vinos resalten más sus propiedades en el paladar.

ÁCIDOS

Los alimentos muy ácidos no son los más ideales para ser combinados con vinos. La razón es que anulan –o tienden a hacerlo– el sabor de la bebida. La acidez es un sabor que perdura y puede ocultar los sabores del vino y hacerlo parecer más dulce de lo que realmente es.

AMARGOS

Los sabores amargos duran más que el resto de los otros gustos y son capaces de cubrir la acidez de un vino y esconder los taninos. Una opción es combinar alimentos amargos (entre ellos la rúcula, las aceitunas, la achicoria) con vinos tintos jóvenes, pero si los alimentos son demasiado amargos, directamente no podremos disfrutar del buen gusto que tenga el vino elegido.

DULCES

A pesar de que la dulzura no dura mucho tiempo en el gusto, es un sabor más fácil de combinar. La idea es acompañarse con vinos que no sean tan dulces como la comida, de esa manera no se cancela el sabor de la bebida. Los vinos de postre son excelentes opciones para el mari